El Vape: La Estrategia Oculta que Engancha a Nuestros Adolescentes y Amenaza su Salud en Uruguay

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha elegido un eslogan potente para su campaña del Día Mundial sin Tabaco 2025: «Desenmascarar el atractivo».

Su objetivo es claro: exponer las tácticas de la industria tabacalera para hacer sus productos, especialmente los vapes o cigarrillos electrónicos, irresistiblemente atractivos para los adolescentes.

Estos dispositivos electrónicos calientan un líquido, que generalmente contiene nicotina y saborizantes, para producir un aerosol que el usuario inhala, simulando el acto de fumar.

Sin embargo, detrás de esta estética moderna y sus sabores, se esconde una grave amenaza para la salud pública y, en particular, para nuestra juventud.

La Alarma en Uruguay: Un País Modelo no Inmune
Uruguay, reconocido como un país modelo en políticas antitabaco, no ha escapado a esta estrategia.

Datos del Ministerio de Salud Pública (MSP) de 2022 revelaron que un preocupante 9,9% de los adolescentes uruguayos de entre 13 y 15 años usaron vapes en los últimos 30 días. Esta cifra es similar a la de adolescentes que fuman cigarrillos comunes (10% u 11%), un logro que el país se esforzaba por «desnormalizar».

Para la coordinadora del Programa Nacional de Control de Tabaco del MSP, Laura Llambí, estos datos son «valiosísimos» porque demuestran que el marketing de las tabacaleras se enfoca directamente en los adolescentes, dado que el uso en adultos es mucho menor (3%).

Estrategias Engañosas: Diseños, Sabores y Redes Sociales

Los vapes, aunque no contienen tabaco, son una «puerta de entrada» al cigarrillo tradicional debido a su alta carga de nicotina, que es altamente adictiva. La industria se vale de una serie de tácticas para atraer a los jóvenes:
•Diseño y Tecnología: Los vapes evolucionan constantemente, al igual que los celulares o videojuegos, con modelos descartables, algunos que incluyen videojuegos o incluso conectividad Bluetooth para manejar redes sociales. Esta «lógica de actualización constante» resuena mucho con el público adolescente.
•Colores y Saborizantes: Los dispositivos son atractivos, coloridos y con una amplia gama de sabores que invitan a la prueba.
•Marketing Digital: Se promocionan masivamente en redes sociales, utilizando la figura del influencer y difundiendo mensajes falsos como «el vape es menos nocivo que el cigarrillo común». Un supuesto estudio que afirmaba que eran un 95% más seguros resultó ser solo una encuesta de percepción sin base científica sólida.

Contrario a los mensajes engañosos, los vapes no son inofensivos. La nicotina es altamente adictiva y produce dependencia. Además, el vapor que producen contiene compuestos carcinógenos y tóxicos, que se asocian con enfermedades respiratorias, cerebrovasculares y cardiovasculares, incluyendo el infarto agudo de miocardio.

El Dr. Mauricio Minacapilli, coordinador de la Unidad de Tabaquismo del Hospital de Clínicas, destaca la enfermedad EVALI (Lesión Pulmonar Asociada al Uso de Cigarrillos Electrónicos o Vapeo), una inflamación pulmonar que puede llevar a insuficiencia respiratoria y la muerte.

Aunque es un producto relativamente nuevo y aún no se registran casos de cáncer directamente atribuidos a vapes, estos dispositivos contienen los mismos compuestos que generan cáncer en el cigarrillo tradicional.

Es crucial señalar que el vapeo pasivo tampoco es inofensivo. Estudios han demostrado que el vapor de segunda mano produce daño, y su olor agradable y frutal (a diferencia del cigarrillo común) lo hace menos molesto y, por lo tanto, menos perceptible, lo que aumenta el riesgo para los vapeadores pasivos.

Adolescentes: Cerebros en Desarrollo y la Clave de la Personalidad
Los adolescentes son particularmente vulnerables a la adicción a los vapes, ya que sus cerebros aún están en desarrollo y son más sensibles a sustancias como la nicotina.

El psicólogo Álvaro Alcuri coincide en este riesgo, pero enfatiza que la clave para evitar las adicciones reside en fortalecer la personalidad de los hijos.

Según Alcuri, la adicción no solo depende de lo que se consume, sino de una «personalidad no integrada, intolerancia a la frustración, ansiedad trasladada al consumo». Criticó la «negligencia» y «inmadurez» de muchos adultos actuales, quienes a menudo no saben consumir con medida y son un mal modelo para sus hijos.

Desde 2009, Uruguay prohíbe la venta, distribución e importación de dispositivos electrónicos como vapes y tabaco calentado, y desde 2017, prohíbe vapear en lugares cerrados. Esta prohibición es una medida de protección para niños y adolescentes.

La Ministra de Salud Pública, Cristina Lustemberg, ha anunciado un refuerzo de la política nacional contra el tabaco y el vapeo, incluyendo la fiscalización para hacer cumplir la normativa, especialmente ante la facilidad con que se consiguen vapes de contrabando en redes sociales o comercios.

Las inspecciones habían disminuido significativamente en años recientes.
Además, se impulsará el «control social» del vapeo en lugares cerrados, similar a la exitosa prohibición de fumar en 2006. Para obtener datos actualizados sobre el consumo, se implementará la Encuesta Mundial sobre el Tabaco en Jóvenes.

Recientemente, se han lanzado campañas de concientización, como la del Hospital de Clínicas con el hashtag #desenmascararelatractivo, y «Los Colores del Daño» del MSP y otras instituciones, que compara los atractivos colores de los vapes con los colores de un tumor en un estudio patológico.

Como sentenció Llambí: «Los vapes son atractivos, son coloridos, son tecnológicos, pero la verdad detrás de ellos es muy oscura».

Finalmente, el MSP ha anunciado la derogación de dos decretos «regresivos» del gobierno anterior (87/021 y 282/022). El primero había habilitado la venta de productos de tabaco calentado, generando confusión y la percepción de que era «menos nocivo».

La derogación de estas medidas es vista como un paso crucial para mantener la protección de la salud que Uruguay ha logrado.

Conclusión:
El vapeo representa un desafío significativo en la lucha contra la adicción y las enfermedades relacionadas con el tabaco, especialmente entre los jóvenes. Las estrategias de marketing de la industria son sofisticadas y engañosas, explotando la vulnerabilidad de los adolescentes. Es fundamental que la sociedad, las familias y las autoridades trabajen juntas para «desenmascarar el atractivo» de estos productos, fortalecer la conciencia sobre sus riesgos reales y asegurar el cumplimiento de las normativas para proteger la salud de las futuras generaciones. El camino elegido por Uruguay, basado en la evidencia y respaldado por la OMS, es una señal clara de que la salud de nuestros jóvenes no es negociable.