«Sturla y la Eutanasia: Voto Católico y Discernimiento»
El debate sobre la regulación de la muerte asistida ha alcanzado un punto álgido en Uruguay, con el proyecto de ley sobre la eutanasia ya aprobado en la Cámara de Representantes y a la espera de su discusión en el Senado. En este contexto, la voz de la Iglesia Católica, a través del Cardenal Daniel Sturla, Arzobispo de Montevideo, resuena con una postura firme y un llamado directo a los fieles.
Una «Solución Fácil y Barata» que Debería Avergonzar.
Para el Cardenal Sturla, el proyecto de ley de eutanasia no es solo objetable, sino que lo considera una “solución fácil y barata que debería avergonzar a los uruguayos”. Su crítica se centra tanto en “lo malo que es la ley en sí” como en la denominación que ha recibido: “muerte digna”, a la que calificó de un “eufemismo” comparable con el término “interrupción voluntaria del embarazo” utilizado para la ley del aborto de 2012. Para Sturla, estas son “formas de disimular un gran mal”.
En su comentario en el podcast «La alegría del Evangelio», el Cardenal enfatizó la visión cristiana sobre el final de la vida. Subrayó que estamos llamados a “acompañar y aliviar el sufrimiento” de los enfermos terminales, y a “prepararlos para el encuentro definitivo con el Señor”. En contraste, la eutanasia “corta ese proceso” y, aunque se presente como una opción libre, no deja de ser “una opción de cierta desesperación, de cierta falta de esperanza”.
El Discernimiento del Voto Católico.
Más allá de la crítica a la ley en sí, Sturla hizo un llamado explícito a los católicos de cara a las próximas elecciones. Argumentó que la discusión sobre esta norma genera un “combate” entre la vida y la muerte, entre la luz y las tinieblas, y entre el bien y el mal. Frente a esto, instó a los cristianos a estar “atentos” y preguntarse “quiénes votaron a favor de esta ley y quiénes votaron en contra, porque allí también hay un discernimiento a realizar después a la hora de votar”. Es decir, el voto sobre la eutanasia se convierte en un criterio fundamental para el electorado católico.
La Postura Invariable de la Iglesia Católica.
La posición de la Iglesia Católica sobre la eutanasia ha sido constante y «completamente contraria» desde que el tema comenzó a discutirse en el Parlamento en el período de gobierno anterior.
En abril, la Conferencia Episcopal del Uruguay (CEU) presentó un documento clave donde sostenía categóricamente que “causar la muerte de una persona enferma no es éticamente aceptable”. El documento es claro al afirmar que “el médico nunca debería ser partícipe de una conducta que cause activamente la muerte a otro ser humano”. Incluso para evitar el dolor y el sufrimiento, y aunque el paciente lo pida expresamente, “Matar al enfermo no es ético”. La CEU concluye que “esa acción constituye un homicidio llevado a cabo en contexto clínico”.
Recientemente, el 5 de agosto, integrantes del consejo permanente de la CEU, incluyendo al Obispo Milton Tróccoli, al propio Cardenal Sturla y al Obispo Heriberto Bodeant, se reunieron con el presidente Yamandú Orsi. En dicho encuentro, uno de los temas conversados fue la incipiente votación de la ley de eutanasia en la Cámara de Representantes. El Obispo Bodeant destacó que la Iglesia quiso “enfatizar todo lo que positivamente se puede hacer, es decir, fomentar el cuidado y el acompañamiento a las personas en su sufrimiento”.
La Alternativa: Cuidados Paliativos y el Amor Cristiano.
Tanto la Conferencia Episcopal como el Cardenal Sturla han insistido en la importancia de fomentar los cuidados paliativos como la verdadera alternativa ética al sufrimiento al final de la vida. Sturla, en su podcast, destacó el valioso trabajo de Hospice San José, un centro católico que desde hace dos años se dedica al cuidado de personas en su etapa final de vida, ejemplificando cómo el enfoque cristiano busca “transformar los corazones y las sociedades” a través del acompañamiento y el amor, más allá del «aplauso de las multitudes».
La iniciativa de la ley de eutanasia fue aprobada en Diputados el 13 de agosto con 64 votos a favor y 29 en contra. Fue respaldada por todos los representantes del Frente Amplio (excepto Álvaro Lima), 13 representantes colorados, cuatro blancos y el único representante del Partido Independiente, mientras que no tuvo apoyos de Cabildo Abierto ni de Identidad Soberana.
En un momento crucial para el futuro de la dignidad humana y el cuidado de la vida en Uruguay, la Iglesia Católica, a través de sus principales figuras, reitera su compromiso con la vida desde la concepción hasta la muerte natural, ofreciendo una perspectiva que invita a la esperanza y al acompañamiento compasivo en lugar de una «solución fácil».
