¿Puedo ser cristiano sin ir a la iglesia? La verdad incómoda que nos desafía
En un mundo cada vez más digital, donde tenemos acceso a una cantidad inmensa de contenido cristiano online – desde podcasts de pastores favoritos hasta predicaciones en YouTube – surge una pregunta que a menudo genera debate y, como los anfitriones del podcast «Volviendo a la esencia» (Seba y Andrew) señalan, incluso «hate» en redes sociales: ¿Puedo ser cristiano sin ir a la iglesia?
La respuesta, contundente y respaldada por las Escrituras, es no. Aunque un podcast como «Volviendo a la esencia» nos alimenta espiritualmente, sus creadores mismos afirman que «un podcast o tu pastor favorito que escuchas online por YouTube o tu predicador no puede reemplazar la iglesia local». Es una verdad que, si bien puede ser controversial, busca el verdadero bienestar espiritual de los creyentes.
La Iglesia no es un Edificio, es una Comunidad Viva.
Primero, es crucial entender qué es la iglesia. No se trata de un «templo» o un edificio bonito. La iglesia, o eclesia, es la comunidad de creyentes, donde dos o tres que creen en Cristo Jesús se reúnen a adorar a Dios y a escuchar Su palabra. Esto puede ser en un templo, en un auditorio o incluso en una casa, como las iglesias que Pablo saludaba en Romanos 16.
La pandemia de COVID-19 aceleró la tendencia de «hacer iglesia online», y muchos hermanos se quedaron con esa opción, diciendo: «No, yo no voy más. Yo pongo la tele en casa y escucho ahí el mensaje». Sin embargo, los presentadores del podcast son claros: «eso no es congregarse, tristemente».
Más allá de la Enseñanza: La Formación de Cristo en Ti.
Aquí radica una de las principales diferencias: «Un contenido online puede enseñarte de Cristo, pero la iglesia forma a Cristo en ti». Escuchar una prédica por televisión o celular puede instruirte, pero la iglesia local, el conjunto de hermanos, está formando a Cristo en ti. En la iglesia, tú «chocas» con otras personas, eres moldeado, y aprendes a practicar el fruto del Espíritu.
Además, los dones espirituales que Dios dio a la iglesia son para la edificación mutua. Si no te congregas, ¿a quién edificas con tu don? Los dones no deben ser enterrados, sino multiplicados para beneficio de la iglesia. Jesús nos pedirá cuenta de qué hicimos con ellos.
Somos el Cuerpo de Cristo: La Importancia de la Conexión.
La Biblia compara a la iglesia con un cuerpo (1 Corintios 12:27): «Ahora bien, ustedes son el cuerpo de Cristo, y cada uno individualmente un miembro de él». ¿Qué pasa si un dedo se desprende del cuerpo? Eventualmente, se enfría y muere. El peligro de no congregarse es que, aunque eres salvo por gracia y fe en Jesús, tu corazón puede ir muriendo espiritualmente al desconectarte. La iglesia te ayuda a mantenerte unido, conectado, desarrollándote y creciendo espiritualmente.
Además, Hebreos 10:24-25 nos ordena: «Y consideren la forma de estimularnos unos a otros al amor y a las buenas obras, no dejando de congregarse, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos unos a otros y mucho más al ver que el día se acerca». Si no estás en la iglesia, ¿cómo vas a estimular y ser estimulado al amor y a las buenas obras?. Apartarse de la comunión regular te expone a un enfriamiento espiritual total.
Amar a Cristo es Amar a Su Esposa.
Desmintiendo Mitos Comunes.
• «Fui herido en la iglesia»: Es una realidad dolorosa. Seba y Andrew aconsejan que, si la iglesia no predica la Palabra o hay abuso, hay que irse y buscar otra. Pero si es una iglesia cristocéntrica y la herida es personal por personas imperfectas, es necesario hablarlo y buscar sanidad. La iglesia es para los heridos y pecadores; no es un lugar de personas inmaculadas.
• «Dios no rechaza los corazones humillados»: Si bien es cierto, un corazón verdaderamente humillado y arrepentido naturalmente se inclinará a amar a los demás y a estar en comunidad.
• «Grandes figuras bíblicas tuvieron encuentros con Dios a solas»: David, Moisés, Daniel, Pedro. Sin embargo, en la mayoría de esos casos (David, Moisés, Daniel), no existía la iglesia tal como la conocemos hoy. Y en el caso de Pedro en la cárcel, la Biblia relata que «la iglesia estaba haciendo oración ferviente por él», sosteniéndolo en comunidad.
• «Yo soy la iglesia»: Esta es una afirmación orgullosa y errónea. La Biblia dice «ustedes son el cuerpo de Cristo», refiriéndose a un colectivo, no a un individuo. «Nosotros somos la iglesia».
Conclusión: La Esperanza de los Últimos Tiempos.
La salvación no es por obras; no eres salvo por ir a la iglesia, sino por gracia y fe en Cristo Jesús. Pero la iglesia es «lo que nos mantiene unidos unos a otros» y te ayuda a desarrollarte espiritualmente. Es la esperanza de la humanidad y de los últimos tiempos, sosteniendo nuestra fe cuando las cosas se pongan difíciles.
Los anfitriones, habiendo sido heridos en la iglesia, confiesan haber tenido ganas de huir, pero reconocen cómo la iglesia los sostuvo en momentos difíciles.
Tu formación espiritual, desarrollo y crecimiento necesitan de una iglesia local. Así que, te animamos: corre a congregarte, ama tu iglesia, sirve en tu iglesia y vive por tu iglesia. Dios respalda y bendice eso.
