Más Allá del Púlpito: Padre Guilherme y la Vanguardia de la Fe en la Pista de Baile
El Padre Guilherme, un sacerdote católico proveniente de Portugal, ha cautivado la atención mundial, no solo por su labor pastoral, sino por su prolífica carrera como DJ de música electrónica. En un mundo donde muchos podrían ver esta combinación como «muy extraña», el Padre Guilherme, que tiene hoy 50 años, defiende su vocación musical como una herramienta de evangelización y un ejemplo de sinodalidad (caminar juntos).
Desde el Seminario a Kabul: La Trayectoria Musical
Guilherme fue ordenado padre en 1999, a los 23 años. Su gusto por la música electrónica fue constante desde los 18 o 19 años, pero nunca imaginó ser DJ.
Su carrera en las mezclas tuvo un origen muy pragmático:
1. Necesidad Parroquial: En 2005, el obispo le encargó una segunda parroquia que tenía deudas y carecía de salas para catequesis y jóvenes. Para generar ingresos y comunidad, creó un pequeño café. Después de que un karaoke solo de música romántica hiciera que la gente quisiera ir a dormir, usó su portátil para animar con música rock.
2. La Evolución Técnica: En 2006, 2007 y 2008, empezó a mezclar y adquirió un controlador. En esta época, tocaba electro house, un estilo «más festival» (House, Big Room).
3. Afganistán: La Escuela de Mezcla: En 2010, viajó seis meses a Afganistán como capellán militar. Estando en Kabul, organizó una fiesta electrónica dentro del campo militar. Fue allí donde conoció y aprendió técnicas de mezcla de un francotirador portugués que era un «DJ fantástico». Tras esta experiencia, decidió tomarse el arte «de una forma seria y honesta», inscribiéndose en una escuela en el Puerto, donde aprendió a mezclar con discos de vinilo.
La Pandemia y el Salto al Tecno Melódico
El segundo gran cambio en su carrera llegó con la pandemia de COVID-19. Estando encerrado, comenzó a transmitir la misa y la catequesis por Zoom. También inició live streams donde exploró estilos que siempre le habían gustado, como el Afrohouse, el cual describe como un «viaje étnico».
Sin embargo, fue su incursión en el Tecno lo que detonó su fama. Al explorar los sonidos más fuertes e intensos, y a sugerencia de un amigo, se enfocó en este género, ganando rápidamente 1000 o 2000 seguidores en un solo live. Actualmente, su estilo se centra en el Tecno Melódico, combinando la intensidad del techno con elementos melódicos y étnicos de las culturas.
La Teología del Beat: Música, Lenguaje y Respeto
Para el Padre Guilherme, la música electrónica es simplemente otro lenguaje que la Iglesia puede utilizar para comunicarse con las nuevas generaciones, así como utiliza la pintura, la escultura o la música sacra.
Su filosofía se centra en la diversidad y el respeto:
• Jesús y la Electricidad: Él opina que si Jesús viviera hoy y hubiera electricidad, «tal vez la escuchaba» y le gustaría la música electrónica.
• Sinodalidad y Diversidad: Ante las críticas sobre su actividad, defiende que la Iglesia de Cristo nunca fue uniformidad, sino diversidad. El Espíritu Santo creó la diversidad, y la Iglesia debe dar un «ejemplo de respeto por la diversidad».
• La Pista como Imagen de la Iglesia: El Padre Guilherme encuentra en la pista de baile una «imagen bellísima» de la comunión y el respeto. Él observa que las personas están «unidos en los mismos sentimientos» alrededor del DJ y la música, sin importar su religión o procedencia, y esa misma comunión y respeto por las diferencias es lo que la Iglesia debe llevar al mundo.
Actualmente, con 1 millón de seguidores en Instagram, el Padre Guilherme, quien aconseja a otros DJs «leer la pista» y cuidar el lineup de sus eventos, continúa llevando su mezcla única de fe y beats a festivales, como su histórica actuación en la Jornada Mundial de la Juventud, donde tocó Melodic House a las 7 de la mañana ante un millón y medio de jóvenes en Lisboa.
