Aprobar vs. Aprender: La Brecha que no Podemos Ignorar
¿Sabías que solo 36 de cada 100 alumnos de 15 años en Uruguay alcanzan los contenidos esperados en tiempo y forma, según PISA 2022?
Esta cifra revela una verdad preocupante: pasar de año no siempre es sinónimo de aprendizaje real. Muchos estudiantes avanzan con «boletines llenos y mochilas vacías de herramientas».
Tomamos este estudio y meditaremos en la Palabra la Diferencia entre Aprobar y Aprender .
Lectura Bíblica: Lucas 6:46-48 (NVI)
«¿Por qué me llaman ustedes “Señor, Señor”, y no hacen lo que les digo? Voy a decirles a quién se parece todo el que viene a mí, y oye mis palabras y las pone en práctica: Se parece a un hombre que, al construir una casa, cavó bien hondo y puso el cimiento sobre la roca. De manera que cuando vino una inundación, el torrente azotó con fuerza aquella casa, pero no pudo moverla porque estaba bien construida.»
Reflexión
En la escuela, «aprobar» significa obtener la nota mínima para avanzar. A veces, implica memorizar datos para un examen y olvidarlos al día siguiente. El objetivo es el certificado, el estatus de haber pasado de nivel.
En cambio, «aprender» es un proceso interno. Implica que la información ha cambiado tu forma de pensar y de actuar. Lo aprendido se convierte en parte de ti.
En nuestra vida espiritual, a menudo caemos en la trampa de querer solo «aprobar»:
- Vamos a la iglesia para cumplir (Asistencia: Aprobado).
- Leemos el versículo del día sin meditarlo (Lectura: Aprobado).
- Decimos «Amén» en el momento correcto (Lenguaje religioso: Aprobado).
Pero Jesús, en el pasaje de Lucas, nos advierte sobre esta brecha. Él no busca alumnos que pasen el examen de teología o de apariencia moral; Él busca discípulos que construyan.
La Diferencia está en «Cavar Hondo»
- Aprobar es superficial; Aprender requiere esfuerzo. Jesús menciona que el hombre prudente «cavó bien hondo». Para aprender de verdad, hay que ensuciarse las manos. Hay que quitar la tierra blanda de nuestro orgullo, nuestras viejas costumbres y nuestras excusas hasta tocar la «roca» de la verdad de Cristo. Eso cansa más que simplemente poner ladrillos sobre la hierba, pero es lo único que sostiene la casa.
- Aprobar funciona hasta que llega la tormenta. El estudiante que solo estudió para aprobar, fracasa cuando la vida le exige aplicar el conocimiento real. El creyente que solo vive de apariencias («Señor, Señor»), se derrumba cuando llega la crisis, el dolor o la tentación, porque no hubo transformación interna, solo rituales externos.
- Dios no da diplomas, da frutos. El sistema del Reino no se basa en pasar de año, sino en dar fruto. Un manzano no «aprueba» ser un manzano; simplemente es un manzano y, porque está sano y bien nutrido, da manzanas. Aprender espiritualmente es permitir que el Espíritu Santo nos cambie tanto por dentro que el amor, la paciencia y la integridad broten naturalmente.
Preguntas para el Corazón:
- ¿Hay alguna área de mi vida donde estoy actuando solo para «cumplir» con Dios o con los demás, pero mi corazón está lejos?
- Si hoy viniera una «inundación» (una crisis personal), ¿mi fe se mantendría firme sobre lo que he aprendido de Dios, o temblaría porque solo he aprobado religion?
- ¿Qué verdad bíblica conozco de memoria (aprobada) pero aún no he puesto en práctica (aprendida)?
Oración
Señor, confieso que a veces me conformo con la apariencia de piedad. Me he preocupado más por parecer un buen cristiano que por ser un discípulo transformado. Perdóname por buscar ‘aprobar’ ante los hombres en lugar de aprender de Ti.
Ayúdame a cavar hondo hoy. No quiero una fe superficial que se la lleve el viento. Quiero aprender tus caminos, internalizar tu amor y que mi vida sea una casa firme construida sobre la Roca que eres Tú. Que mi obediencia no sea un trámite, sino el fruto de amarte. En el nombre de Jesús, Amén.
